Un 15 de Diciembre

Nubes embriagadas de miel buscaban desencantos. Montañas esmeralda erguidas Del Paleozoico – Precámbrico reclamando el cause que derecho tenían sus cristalinas aguas. Al final de la caída recobrando su espacio que les quitó el hombre sin permiso para juntar concreto, carne y pesadumbre. Aquel día de diciembre: Hombres hechos de barro y muerte. La Madre Naturaleza reclamó su ámbito para juntar el agua dulce con el mar. Manantiales inocentes, ¿Qué sabían ellos que en su caída natural en su justo derecho convertirían poblados en tragedias? Noches oscuras, de terror y miseria hambre y muerte dagas y espadas danzantes. Imágenes y recuerdos vienen a mi memoria cuando la Madre Naturaleza entregó de nuevo a los manantiales de nubes, su recinto. Cobró con desgracia y pesares lo que por años el hombre les quitó. Llantos de inocentes, se hicieron cargo de entregar terreno y pagar la multa. Hijos de esta tierra, hijos de Dios quedaron hechos de barro y lágrimas. (Dedicado a la tragedia de Vargas-Venezuela 1999)