Para esculpir un poema cada día...

Tomo un cincel comienzo a trabajar en la piedra de mis letras. Dando forma una silueta vestida de brisas reluce impecable ante mis ojos ¡Ah! la musa preciosa hada. Retrato la poeta desnuda que cruza mi ser me habita en esta existencia. Voy dejando en esta escultura cotidianas migajas Mías

Recuerdo

Recostada al borde del camino ráfagas de luces me cruzan como lluvia de estrellas. En esta noche silente me detengo a respirar los aromas que se desprenden de un tiempo atrás. Cierro mis soles para encontrarme más eterna en mi última ventana. La pequeña de oro y miel aún continúa con su alegría y me sonríe. Me llama desde lejos. Jugamos como antes. Aquí estoy me digo una vez más recordando.

¿Podrías Comprender?

¿Puedes comprender a veces mi silencio? Estoy tejiendo mis días bordando mis verdades deshojando mis sinsabores anidando nuevas lunas. Siempre está presente mi palabra. Nuestra lucha que como un demonio se levanta contra mi cada mañana. ¿No me crees aún, poeta? Puedo recorrer el firmamento decir tanto al mismo tiempo y no faltaré a mi promesa. Estás en mi. Es que tu mar tu brisa y tu mañana me quedaron grabadas. Tus lunas las llevo clavadas en mis hombros Es que te amo. Y fue tu mar mi musa. Esa niña que dibujó para mí el horizonte aquella tarde de mayo. La nostalgia que me absorbe desborda todo sentimiento mi sol y los días de tus playas. No tardaré. Mañana sabrás que todo es simple que me pierdo navegando en tus mares.

Noche Eterna

Cada día me trae una nueva luz una fragancia inventada un rostro inmóvil una voz callada y tus letras. Hoy encuentro un paraiso inconcluso una isla derruida por el huracán. Yo en ella quedo contemplando las esrellas que suspiran mi noche. Si amanece que sea para el vuelo de las aves. Yo quedaré recostada en mi noche eterna. Tú tal vez navegues nuevos mares. Las almas van y vienen como las olas del mar.

Paraíso

He tomado mis alas en alto vuelo he encontrado esta isla y aquí me quedaré. Sola podré crecer refugiarme en los árboles alimentarme de aquello que encuentre. Tomar la lluvia para mi piel limpiar con ella mi alma rota. Ver las estrellas recordarlas todas. Quedarme en la noche serena para pensar en ti. Y romperé estas alas para nunca más volver. Es mi paraíso mi único deseo. Allá más allá de todo.

Melancolía

Busco en los rincones de mi alma enigmas verdades conocimiento. Luces se desprenden caen vertiginosamente abruptamente. Navego con mi barca en las profundidades encontrando formas sutiles motivos para esta existencia esta esencia de melancolía. Aromas recorren conmigo momentos recuerdos. Dulces melodías intensas me transportan hacia lugares insospechados. Todo ello me pertenece así como la melancolía.