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En tus bahías
en tus orillas
recostaría mi esbeltura
para acariciarme con alfombras de arenas tibias
sumergirme en tus profundidades
dejando tus mareas me posean
acariciando mis instintos cada instante.
Una diminuta isla
sería el paraíso para pasar momentos de descanso
antes de regresar al delicioso y suave ritmo de tus olas
y escalar las crestas una vez más hasta la cima
y remontar el cielo.
Tengo tantas variantes de besos en el alma He podido recoger manantiales de besos Entregar uno nuevo, cada mañana Cada medio día. Aquel que se da en la frente Con una sonrisa y un “Dios te bendiga” Un beso apasionado en cada luna En cada sol Un beso que en las penumbras ilumine Las sombras y los fantasmas Derribe pesadillas. Besos, besos y más besos Porque la vida es corta para tanto deseo Tanto amor Tanto beso. He besado las rosas del jardín propio Ajeno. He besado el recuerdo La ensoñación. Te beso madre en cada recuerdo de mi infancia En los besos que me dabas He besado al amor de mi vida Aún lo beso con constancia Con pasión y devoción Beso a cada uno de mis hijos Con el amor más puro y cristalino Como las gotas del rocío, como lluviecita fresca. Beso al mundo Con mis labios Con mi alma Con la razón Con la certeza La calidez La paz que un beso evoca Y provoca… Tengo bosques de besos recibidos Estandartes de pasiones tatuadas No hay delicia más grande que cualquier beso Cualquier demostración de amor Eso es lo más dulce... UN BESO. Antonietta Valentina 2005 |
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Floresita blanca
que bañas tus suaves pétalos
en el rocío amanecido
en la esperanza de una lágrima
de cristal que cae sin motivo.
Seduces el aleteo íntimo
de mariposas sonoras
efímeros como un canto de aves de sol
nuevas fragancias en la aurora.
Me enamora la sutileza de la existencia
la suavidad matices que acarician el alma
evocando poemas.
