
¿Puedes comprender
a veces mi silencio?
Estoy tejiendo mis días
bordando mis verdades
deshojando mis sinsabores
anidando nuevas lunas.
Siempre está presente mi palabra.
Nuestra lucha
que como un demonio
se levanta contra mi
cada mañana.
¿No me crees aún, poeta?
Puedo recorrer el firmamento
decir tanto al mismo tiempo
y no faltaré a mi promesa.
Estás en mi.
Es que tu mar
tu brisa y tu mañana
me quedaron grabadas.
Tus lunas las llevo clavadas
en mis hombros
Es que te amo.
Y fue tu mar mi musa.
Esa niña
que dibujó para mí el horizonte
aquella tarde de mayo.
La nostalgia que me absorbe
desborda todo sentimiento
mi sol y los días de tus playas.
No tardaré.
Mañana sabrás que todo es simple
que me pierdo navegando
en tus mares.